El periodista Juan Cruz publica el alegato 'Contra el insulto' (Turpial), una reflexión acerca de ladescalificación de las personas en una sociedad que "lo tiene a gala", según ha lamentado endeclaraciones a Europa Press. El periodista carga contra el desprecio y recuerda casos como los de Teddy Bautista, el doctor Luis Montes, Pilar Miró y Jacinto Pellón.
Denunciar el insulto es una "obsesión" para Cruz, porque, a su juicio, "todo en la vida se puede decir sin recurrir a la descalificación de las personas". Precisamente, quienes están más obligados a eso son los periodistas y las personas que se relacionan con la vida pública, como los políticos, tanto parlamentarios como los que no lo son.
Por ello, decidió escribir un artículo y, poco después, nació la idea de este libro, en el que el lector es testigo de conversaciones entre el periodista y Emilio Lledó, Iñaki Gabilondo y Manuel Rivas. "La televisión y los medios de comunicación están llenos de improperios", lamenta Cruz.
En diálogo con Rivas, el escritor gallego se refiere al insulto como "el gatillo del lenguaje de quien quiere dominar", un medio que lleva a la violencia y que no permite otra alternativa a quien lo recibe. En palabras de Cruz, "cuando insultas el otro, si es educado, no tendrá armas para defenderse porque no tendrá las tuyas. Contra la grosería no cabe discusión", subraya.
En relación con los ataques sufridos por personas como el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y la exministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, el autor de este libro ha denunciado que esto es una "intromisión ilegítima al honor y la intimidad" de las personas.
A pesar de la defensa que hicieron algunos literatos del insulto, como es el caso de Quevedo y otros escritores del Siglo de Oro español, Cruz defiende que las injurias y las ofensas "no están en el AND español, sino en el de las malas personas, que se manifiestan con el insulto malvado".
PERSECUCIÓN MEDIÁTICA Y POLÍTICA
Antes de que se manifestara una decisión judicial contra ellos, el doctor Luis Montes y el expresidente de la SGAE, Teddy Bautista, sufrieron una "persecución mediática y política que tenía como objetivo desactivarlos con distintas consecuencias", según ha indicado el periodista.
Cruz quería saber "cómo se sentían al ser insultados". En el caso de Bautista, "antes de conocer su opinión o sus actitudes, ya desde hace años, y no solo ahora que hay un proceso judicial, se decidió que era culpable de unas cosas que ni siquiera hizo".
En el caso del ingeniero y responsable de la Expo 92 de Sevilla, Jacinto Pellón, y de la exdirectora de RTVE Pilar Miró, Cruz lamenta que "fueron insultados gravemente y no pudieron defenderse, murieron cuando aún no habían recuperado la dignidad que merecían".
Por "pudor profesional", y no por espacio en este libro, el autor no ha incluido a Jesús Polanco, que también fue "gravemente insultado durante la última parte de su vida, porque querían desactivar la importancia que tenía el grupo mediático que creó".
La mala educación ha provocado que "varias generaciones hayan sido criadas en la impunidad del insulto", por lo que el periodista y escritor cree que es "difícil generar una defensa en contra, cuando la sociedad lo tiene a gala". A pesar de ello, sostiene que el vocabulario no sirve para arrojar al otro tu razón, sino para compartirla.
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